Curso
Magistral
Elementos para una Crítica
de la Racionalidad Pedagógica
Sobre la domesticación y la ejercitación del animal humano
Sobre la domesticación y la ejercitación del animal humano
Carlos Ernesto Noguera-Ramírez
Profesor Asociado Departamento de Psicopedagogía
Profesor Asociado Departamento de Psicopedagogía
El propósito de este curso es presentar los
resultados de una “actitud crítica” aplicada al análisis de los desarrollos de
la pedagogía entendida como saber y práctica sobre la educación de poblaciones
e individuos. Se parte del reconocimiento de la emergencia, en las llamadas
sociedades occidentales, de una racionalidad pedagógica cuyo desarrollo llevó,
al cabo de casi cuatro siglos, a un amplio proceso de pedagogización social en
donde todos y cada uno somos inducidos, cada vez más, a conducirnos como
aprendices permanentes y empresarios de nosotros mismos.
Uno de los efectos particulares de ese proceso de
pedagogización ha sido la generación de lo que podríamos considerar una gran “crisis
de la educación” en donde la intensificación de los principios del
gobernamiento económico (libertad, interés y agencia del sujeto) está llevando
al abandono de los tradicionales fundamentos educacionales (autoridad,
disciplina, jerarquía de los saberes) y a la constitución de formas de
subjetivación diferentes a las de adulto e infancia modernas. Con ello, se
genera un impasse: ¿cómo puede
llevarse a cabo una educación entre iguales?
Si todos los saberes son legítimos ¿tiene sentido la escuela? ¿tiene
sentido la enseñanza? Si lo importante es la novedad, la innovación y ya no la
tradición ¿sobre qué fundamento es posible la formación?
Una actitud crítica como la que se presenta no tiene
la intensión de develar los errores de la pedagogía moderna, liberal o burguesa;
su pretensión no es la denuncia ni menos aún, la suplantación de esa pedagogía
por una mejor o más adecuada, pues no se trata de una búsqueda humanista. No fue
su propósito convertir una crítica a la pedagogía en una pedagogía crítica. La
actitud crítica aquí empleada es una tentativa de encontrar las conexiones
entre mecanismos de coerción o incitación y contenidos de conocimiento como
afirmación de cierta voluntad cuyo horizonte –en una línea foucaultiana– sería no
ser más gobernado de cierto modo, es decir, –en una línea kantiana– renunciar a
seguir plenamente bajo la tutela de la forma contemporánea de gobiernamiento y,
reconociendo los límites de lo que es posible saber y poder, arriesgarnos a
tomar la propia conducción de nosotros mismos.
Primera conferencia: Pedagogización de la sociedad y
crisis de la educación
Filósofos como Michel Serres o pedagogos como
Beillerot han calificado la actual sociedad como una “sociedad pedagógica”; el
economista Peter Drucker acuñó el término “sociedad del conocimiento”
destacando la importancia del saber y la educación en la sociedad
contemporánea; el Instituto Paulo Freire ha lanzado, en unión con la Unesco,
una propuesta de “ecopedagogía” o “pedagogía de la tierra” con la esperanza de
salvar el planeta y la humanidad de la actual crisis mundial. En este momento
en que se evidencia un intensivo proceso de pedagogización social, el efecto
paradójico ha sido un debilitamiento de la pedagogía como saber sobre la
educación, la formación y la enseñanza de los individuos. En esta conferencia
se mostrarán las característica más generales de esa particular paradoja en
donde las figuras tradicionales del adulto y la infancia están siendo
reemplazadas por la juventud, en donde los profesores ya no enseñan, los padres
son los mejores amigos de sus hijos, la ciencia es sólo un juego de lenguaje,
los saberes extra-escolares son tan válidos como el saber académico, las
pedagogías ascéticas son reemplazadas por pedagogías hedonistas, la autoridad
es confundida con el autoritarismo y rechazada, la democratización etc, etc.
Segunda conferencia: La modernidad como
constitución de una racionalidad pedagógica. De la pampedia a la autoayuda y el aprendizaje permanente
Lo que los historiadores y científicos sociales han
llamado “modernidad” puede ser interpretada como el momento de emergencia en
Europa de una inédita racionalidad pedagógica cuya característica fundamental
(partiendo de la consideración del hombre como un animal educable y, por tanto,
perfectible) es el inicio de un extenso e intenso proceso de disciplinamiento
de la población sobre la base, primero, de su instrucción y posteriormente, de
su formación y educación. Ese momento de la historia occidental se inicia con
Comenio y su idea pampédica (el mundo como una escuela) y está desembocando en
una sociedad pedagógica, sociedad del aprendizaje en donde las tradiciones
pedagógicas se han disipado a la vez que se han multiplicado pedagogías de
diversa índole como la Ecopedagogía o Pedagogía de la Tierra y técnicas de auto
conducción promovidos a través de diferentes formatos de autoayuda –talk shows, secciones de consejos,
seminarios de crecimiento personal y profesional, entre otros – en la perspectiva de conseguir el éxito y la
felicidad.
Tercera conferencia: La pedagogía como arte de gobierno de si y de los
otros: ¿disciplina o libertad?
El viejo arte de educar encontró su umbral
tecnológico en la “crisis del gobierno” del siglo XVI (estudiada por Foucault
en sus cursos de 1978 y 1979). La consolidación de los estados modernos
europeos estuvo vinculada a la expansión de la disciplina, de la ciencia de la
policía y, con ellas, de la instrucción generalizada de la población (pedagogía
pastoral o disciplinaria). El desbloqueo de la crisis de gobierno durante el
siglo XVIII se corresponde con la aparición de una nueva racionalidad educativa
fundamentada en el concepto de educación de Rousseau y en las doctrinas y prácticas
económicas sustentadas en la idea de naturalidad, libertad y regulación.
Condiciones de posibilidad para la aparición del proyecto de una ciencia de la
educación y de las tradiciones pedagógicas modernas (pedagogía económica o
liberal). Tanto en un caso como en otro, puede leerse el proceso como la
particular articulación de mecanismos de coacción o incitación y contenidos de
conocimiento que llevaron a una masiva tentativa de conducción o gobierno de
todos y cada uno.
Cuarta conferencia: ¿Pedagogía crítica o crítica de
la pedagogía?
La crítica de la
racionalidad pedagógica no puede confundirse ni con una crítica de la pedagogía
(como disciplina) ni con la constitución de una pedagogía crítica. Tampoco
pretende ser una postura pos-crítica al estilo de las interpretaciones que de
la filosofía de la diferencia hacen los colegas brasileros: se localiza aun, un
poco incómodamente, en una cierta tradición moderna que retoma la crítica
kantiana y nietzscheana bajo la rejilla de Foucault y Sloterdijk. Por ello, la
actitud crítica aquí ensayada retoma un viejo tema de la pedagogía: el hombre
como animal disciplinable o educable y la pedagogía como un difícil (¿o
imposible?) arte de transformar la animalidad en humanidad. Disciplinarización,
domesticación, finalmente, ejercitación permanente del animal humano. Si hasta
ahora, el hombre ha llegado a hacer del hombre primitivo, por ejemplo, un
profesor universitario, ¿qué podemos esperar que el hombre haga ahora? Si
siguiendo a Nietzsche el hombre representa el más alto poder para el hombre:
¿qué nos sería lícito hoy esperar? Para preguntar con Sloterdijk: “¿qué puede domesticar aún hoy al hombre, si el humanismo
naufraga en tanto que escuela domesticadora humana? ¿Qué puede aún domesticar
al hombre, si hasta el día de hoy sus esfuerzos de automoderación lo han
llevado en gran medida precisamente a su toma del poder sobre todo ente? ¿Qué
puede domesticar al hombre si hasta aquí en todos los experimentos de educación
de la especie humana quedó poco claro hacia quién o hacia qué educaban los
educadores? ¿O no habrá que dejar de lado definitivamente la idea de una
formulación competente de la pregunta sobre el cuidado y formación del hombre
en el marco de la mera domesticación?” (Reglas para el parque humano).